Cuatro mitos sobre el aprendizaje de inglés

Mariana Gleiser - Directora de Estudios

Profesora de inglés con más de treinta años de experiencia en la enseñanza del inglés como segunda lengua. Especializada en formación en inglés para adultos.

Si has estado aprendiendo inglés durante un tiempo, seguramente tienes ya algunas ideas formadas sobre el tema del aprendizaje. Sin embargo, nuestra experiencia nos demuestra que estas ideas que circulan entre los alumnos no siempre están justificadas o los ayudan a progresar. Por eso, hoy queremos comentar una pequeña lista de mitos sobre el aprendizaje de inglés que suelen repetirse, y os explicaremos por qué conviene cuestionarlos un poquito.

1. "No aprenderé inglés hasta que no vaya a vivir ‘allí’ durante un tiempo".

Este es uno de los mitos sobre el aprendizaje de inglés que oímos más a menudo. Muchas personas creen que ir a un país de habla inglesa es la mejor opción para aprender inglés, y que estando "allí" lo aprenderán automáticamente, casi por absorción. Sin embargo, aunque esto suene atractivo, mudarse a un lugar nuevo sin tener una base gramatical sólida puede resultar en la adopción de malos hábitos lingüísticos. Aunque pienses que mejorarás con el tiempo, considera cuántas personas que se mudan a un nuevo país siguen usando frases incorrectas después de muchos años. Seguramente, puedes encontrar numerosos ejemplos alrededor de ti de personas extranjeras que siguen hablando mal el idioma local, o a veces ni siquiera lo hablan.

El éxito en el aprendizaje del inglés o de cualquier idioma está en gran parte relacionado con la cantidad de horas que una persona pase usando ese idioma. Vivir en un país en particular no garantiza esas horas de contacto: el esfuerzo que se debe hacer para usar el idioma no es reemplazado por el hecho de estar en un lugar en particular. En otras palabras: mudarse a un nuevo país no garantiza el aprendizaje de un nuevo idioma. Quizás sea más prudente practicar primero en casa, donde tienes tiempo y libertad para aprender la gramática y la estructura adecuada de las frases, y hacer una estancia más adelante para dar un empujón a tu aprendizaje, siempre combinando esta estancia con cursos en los que puedas seguir corrigiendo tus errores y evitar adquirir vicios gramaticales.

También, en muchos casos, esta idea funciona como excusa: "hasta que no me vaya a vivir allí no aprenderé"... por lo tanto, de momento y hasta que ello ocurra ¡me quedo tranquilo y no me cuestiono mi falta de progreso! Si este es tu caso, ¡atención!

2. "Si escucho y leo en inglés, lo aprenderé de manera automática".

Este mito sobre el aprendizaje de inglés está relacionado con el anterior, ya que nos presenta una idea atractiva del aprendizaje sin esfuerzo. En efecto, es importantísimo ver películas en versión original, escuchar la radio, leer e intentar tener todos los inputs posibles en inglés. Sin embargo, no alcanza con esto: el éxito en el aprendizaje de idiomas requiere práctica en las cuatro destrezas (leer, escribir, escuchar y hablar). Las destrezas de comprensión (escuchar y leer) por sí solas no alcanzan para mejorar las de expresión. Aunque el aprendizaje pasivo, en efecto, contribuye a consolidar estructuras y aumentar el vocabulario, las investigaciones indican que no es suficiente por sí solo para aprender verdaderamente un nuevo idioma. Lo mejor es tener la oportunidad de poner en práctica activamente lo aprendido, hablando y escribiendo.

3. "Lo mejor es lanzarse a hablar en inglés de la manera que sea, sin importar los errores gramaticales".

Como sabemos, conviene intentar expresarse en inglés cuando se está aprendiendo, sin recurrir a la lengua materna ante cada dificultad. Sin embargo, ¡ojo! No se trata de inventar palabras o de hablar siempre en infinitivo con tal de hablar. Cada vez que usas la gramática incorrecta, es más probable que repitas el mismo error, y si esto no es corregido, se va reforzando cada vez más. Hay que tener en cuenta que, al inicio, podrás expresar solamente ideas sencillas con estructuras fáciles, pero este es el camino para, poco a poco, elaborar oraciones más complejas de manera correcta.

Las prisas no son buenas. Algunos estudiantes pueden apresurarse para aprender lo más rápido posible, pero hay una gran diferencia entre ser fluido con errores y ser fluido sin ellos: es mucho más difícil corregir errores más tarde que aprender correctamente desde el principio.

Tómate el tiempo para entender la gramática y construir frases adecuadas. No es cuestión de ir pasando de nivel de manera apresurada, sino de consolidar unas bases sólidas Puede parecerte un proceso lento al inicio, pero es la única manera de alcanzar una buen equilibrio entre fluidez y correción gramatical.

Tampoco olvides que la gramática no es lo opuesto a la comunicación, ¡al contrario! Usar una gramática correcta ayuda a que los otros te entiendan. Siguiendo con el ejemplo anterior, si hablas en infinitivo constantemente, como suele ocurrir entre los estudiantes de inglés, ¿cómo saber si te refieres al presente, al pasado o al futuro? Mejor tómate unos segundos para pensar bien lo que quieres transmitir y decirlo correctamente.

4. "Aunque tenga errores de pronunciación, de todos modos me entienden": otro gran mito sobre el aprendizaje de inglés

No se trata de hablar como un locutor de la BBC, pero sí que hay que lograr una pronunciación que no obstaculice la comunicación. Muchas veces ocurre que los alumnos no llegan al estándar mínimo requerido para la comprensión, y se llevan un chasco al tratar de comunicarse con hablantes de inglés nativos o de otras lenguas y descubrir que, en realidad, no los entienden.

Entre los hablantes de español, el error más habitual suele ser el de querer pronunciar todas las letras que salen escritas en las palabras en inglés, y pronunciarlas como si las leyeran en su lengua materna. Esto da lugar a una pronunciación que puede llegar a ser comprensible por otros hablantes de lenguas latinas, pero genera muchos malentendidos.

Es importante dedicar especial importancia a la pronunciación en el marco de los cursos, y estudiarla tal y como se estudia la gramática y el vocabulario: repitiendo palabras y frases, practicando, apuntando la pronunciación correcta, haciendo listas de las correcciones habituales que hace el profesor, recurriendo a diccionarios para oír y repetir, etc.

¡Esperamos que estas reflexiones te ayuden a obtener una mejor perspectiva sobre tu propio proceso de aprendizaje de inglés!