Cursos monográficos: en qué consisten y cuándo escogerlos
Profesora de inglés con más de treinta años de experiencia en la enseñanza del inglés como segunda lengua. Especializada en formación en inglés para adultos.
A menudo, profesionales y trabajadores de empresas necesitan mejorar su nivel de idiomas en ciertas áreas relacionadas con su ámbito de trabajo, pero no disponen del tiempo que la dedicación a un curso completo exige o de los recursos para hacerlo.
Para estos alumnos, existe un tipo de curso específico que suele llamarse monográfico. Estos cursos no son generales, sino que están orientados exclusivamente a mejorar las habilidades comunicativas en el área profesional o temática que se desee. De este modo, se obtienen resultados concretos de acuerdo con los objetivos que se establecen al inicio y que están relacionados exclusivamente con la temática o área escogida y, así, se aprovechan al máximo el tiempo y los esfuerzos invertidos.
¿Qué tipos de cursos monográficos existen?
Por una parte, hay cursos que se centran en contenidos específicos: el vocabulario y los temas están vinculados a un área de conocimiento profesional determinada. Por ejemplo, los cursos de inglés legal y de finanzas figuran entre los más demandados y sirven a su vez como preparación para sendos exámenes específicos.
Sin embargo, en un mundo globalizado, profesionales y trabajadores de cada vez más áreas necesitan los idiomas para comunicarse en el mercado internacional (sobre todo, el inglés y el francés), por lo que, en los últimos años, han surgido nuevos tipos de cursos específicos para satisfacer estas nuevas necesidades formativas. De este modo, en la actualidad se imparten cursos de inglés orientado a los recursos humanos, a la medicina, a la enfermería, al turismo, a la restauración, a la hostelería, a la ingeniería, a la aeronáutica, a la informática… La lista es larga y sigue creciendo según la demanda. Es conveniente aclarar que pueden diseñarse cursos a medida: los listados de cursos normalmente incluyen solo los más solicitados, pero todas las áreas suelen estar cubiertas y, si no lo están, se organiza el curso a medida con profesionales expertos. Es decir, si un alumno necesita un curso de francés orientado a la cocina, se elabora un programa especial adaptado a sus necesidades.
Por otra parte, existen cursos monográficos que no se centran en un área de conocimiento específica, sino en una serie de habilidades comunicativas relacionadas con el ámbito profesional. Estos cursos incluyen los de técnicas de presentaciones, habilidades telefónicas, redacción de correos electrónicos, negociaciones, participación en reuniones, atención al cliente, gestión comercial… Los contenidos pueden variar según el área profesional, pero los cursos se centran en las técnicas. Por ejemplo, tanto un profesional del área de finanzas como uno del área de recursos humanos pueden verse en la necesidad de hacer presentaciones. El contenido será diferente, pero en el curso aprenderán las técnicas adecuadas para realizarlas, siempre en el idioma correspondiente.
Por supuesto, estas dos modalidades no son excluyentes, sino que admiten la posibilidad de combinaciones según las necesidades de los participantes.
¿Quién imparte estos cursos?
Dependiendo del grado de profundidad, los cursos los dan o bien profesores que pertenecen también al área de conocimiento en cuestión (por ejemplo, los profesores de inglés legal son, además de profesores, abogados), o bien profesores especializados en la materia, ya sea porque se han dedicado a esas áreas en su vida laboral con anterioridad o por haberse formado específicamente en el área.
¿Para quiénes se recomiendan estos cursos?
Como hemos mencionado antes, son ideales para aquellas personas que, por una u otra razón, no pueden comprometerse a realizar un curso completo a largo plazo y tienen la necesidad de desenvolverse laboralmente en otro idioma en poco tiempo. Ejemplos típicos de alumnos para quienes organizamos este tipo de cursos son miembros de departamentos de recursos humanos, financieros o contables que deben llevar a cabo sus funciones en ámbitos internacionales porque su empresa se está internacionalizando; comerciales que empiezan a tratar con clientes en el mercado global; secretarias y recepcionistas que deben aprender a recibir y gestionar llamadas de otros países…
Ahora bien, es necesario aclarar que los cursos monográficos no son una solución mágica a las prisas: tengamos en cuenta que, en una cantidad limitada de horas (normalmente, entre 40 y 60) y con unos objetivos concretos, el alumno trabajará los contenidos de ese curso específico, pero probablemente no suba su nivel en el idioma. Por ello, estos cursos se recomiendan exclusivamente a quienes necesiten focalizarse en un área y que ya tengan un nivel que les permita aprovechar al máximo el curso. En la información sobre cada curso se suele indicar el nivel mínimo requerido, que depende de los objetivos. Por ejemplo, para los cursos más específicos, como los de inglés financiero o legal, el nivel mínimo es un B1, aunque B2 es lo ideal, mientras que en los de atención telefónica suele bastar un A2 o incluso un A1 consolidado.
¡Esperamos que esta información os sea útil a la hora de decidir hacer un curso monográfico!