Actualizado en noviembre de 2025
La formación en catalán para profesionales y equipos es ya una decisión estratégica para muchas empresas con actividad en Cataluña, las Islas Baleares o la Comunidad Valenciana. Si te estás planteando invertir en formación en catalán en tu empresa, es importante tener en cuenta que, más allá de la dimensión cultural, aprender y certificar competencias en catalán aporta beneficios concretos a la atracción de talento, la comunicación interna, el cumplimiento de requisitos institucionales y la competitividad en mercados locales.
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Por qué invertir en formación en catalán en tu empresa
Si tu empresa opera (o quiere operar) en Cataluña, Baleares o la Comunidad Valenciana, la formación en catalán deja de ser una opción puramente cultural: se convierte en una herramienta de negocio. Los motivos van desde la ventaja competitiva en procesos de selección hasta la mejora de la atención al cliente y el cumplimiento de marcos normativos y de comunicación pública.
Estas son cinco razones prácticas que suelen pesar en la decisión de departamentos de Recursos Humanos, Dirección y Formación a la hora de invertir en formación en catalán:
1. Mejora la selección y la incorporación de talento
Para perfiles que tratan con el público, la administración o equipos locales, dominar el catalán es un requisito valorado —y en ocasiones diferencial— en los procesos de selección. Ofrecer formación interna en catalán:
- Amplía las candidaturas al atraer profesionales que buscan empresas sensibles al contexto local.
- Permite ofrecer programas de upskilling para nuevos incorporados, acortando plazos de adaptación.
- Refuerza paquetes de compensación no monetarios (desarrollo profesional), lo que representa un factor clave en mercados con alta competencia por talento.
En sectores como turismo, hostelería, servicios públicos o atención al cliente, la competencia lingüística es un activo para el reclutamiento y para diferenciar ofertas de empleo.
2. Fortalece la comunicación y la cohesión interna
En equipos plurilingües, disponer de una política formativa que incluya catalán mejora la comunicación y reduce fricciones operativas. Estos son algunos beneficios:
- Mayor claridad en instrucciones y procedimientos internos en equipos mixtos.
- Mejor integración de empleados procedentes de distintos territorios que trabajan en oficinas locales.
- Posibilidad de ofrecer documentación y contenidos técnicos o comerciales en catalán, lo que facilita procesos de trabajo y formación continua.
Un plan bien diseñado incorpora niveles (CEFR), evaluaciones iniciales y objetivos prácticos orientados a tareas reales (redacción de emails, atención telefónica, presentaciones).
3. Facilita relaciones con la administración y clientes públicos
Muchas relaciones con la administración pública, licitaciones o trámites en Cataluña requieren o valoran el uso del catalán. Formar al personal en competencias lingüísticas permite:
- Atender correctamente requerimientos y documentación administrativa.
- Presentar ofertas y propuestas con mayor naturalidad y precisión lingüística.
- Mejorar la percepción y la confianza de entidades públicas y organismos locales.
4. Refuerza la imagen corporativa y el acceso al mercado local
Hablar la lengua del mercado local tiene un impacto directo en imagen y reputación. Algunas ventajas tangibles:
- Mejor experiencia del cliente: hacer comunicaciones y marketing y brindar soporte en catalán mejoran la satisfacción del usuario.
- Diferenciación frente a competidores que solo operan en castellano o en otros idiomas.
- Facilita alianzas y sinergias con actores locales (proveedores, asociaciones, prensa regional).
Para empresas con presencia regional —sucursales, tiendas o servicios locales— invertir en catalán es invertir en posicionamiento y confianza.
5. Aumenta la productividad y la retención de empleados
La formación lingüística bien diseñada incrementa la eficacia en tareas diarias y contribuye a la fidelización de la plantilla. Entre los efectos medibles, estos son algunos importantes:
- Reducción de errores de comunicación y tiempos de resolución en atención al cliente.
- Mayor compromiso y satisfacción profesional cuando la empresa invierte en el desarrollo de competencias.
- Los programas de formación que contemplan itinerarios y certificaciones (niveles CEFR) ayudan a la planificación de carreras internas.
En resumen, la formación en catalán no es un coste: es una inversión en capital humano y en procesos.
Cómo diseñar un plan de formación en catalán eficaz
Al plantear programas de catalán para la empresa, conviene seguir pasos claros:
- Evaluación inicial de competencias: pruebas objetivas por empleado para definir niveles según el MCER (A1–C2).
- Diseño por perfiles y tareas: itinerarios específicos (atención al cliente, documentación técnica, redacción administrativa).
- Material adaptado: uso de terminología sectorial y casos reales del negocio.
- Evaluación y certificación: metas anuales y la posibilidad de obtener una certificación del nivel alcanzado para medir el retorno.
Además, verificar la posibilidad de financiar o bonificar la formación (según normativa vigente y programas disponibles) es recomendable para optimizar la inversión.
Preguntas frecuentes
¿A qué tipos de empresas beneficia más la formación en catalán?
Principalmente, a empresas con interacción frecuente con la población local (minoristas, hostelería, servicios), así como a entidades que participan en licitaciones públicas y organizaciones con sedes o clientes en Cataluña, Baleares o la Comunidad Valenciana. No obstante, cualquier empresa con presencia regional obtiene beneficios en imagen y comunicación.
¿Cuánto tiempo suele llevar alcanzar un nivel comunicativo básico en catalán?
Depende del punto de partida y la intensidad del programa. Para un nivel A2 orientado a tareas básicas, un programa anual puede ser suficiente; para B1/B2, suele requerirse más tiempo con un plan estructurado y práctica constante, sobre todo si se quiere obtener un certificado oficial.
¿Se pueden bonificar o subvencionar estos cursos?
Normalmente, todos los cursos de formación se pueden bonificar siempre y cuando se cumplan con los requisitos establecidos por FUNDAE.
¿Qué certificaciones o estándares se recomiendan?
Para estructura de niveles en todos los idiomas, el Marco Común Europeo de Referencia (MCER) es la referencia. Para consultar la estructura oficial de niveles y recursos públicos disponibles, puedes visitar la web del Consorci per a la Normalització Lingüística (CNL).